Imagina que cada célula de tu cuerpo es como una pequeña fábrica que nunca descansa. Produce proteínas, repara daños, recicla materiales y mantiene en marcha el complejo engranaje de la vida. Pero, ¿qué ocurre cuando el entorno se vuelve hostil? Exceso de calor, falta de oxígeno….
Este artículo forma parte de una colaboración con la Universidad de Burgos.
Se puede leer en el siguiente link:

